domingo, 22 de abril de 2007

Literatura Gotica






En la Edad Media el mundo se concebía dividido en dos partes: el Mundo de los Humanos y el Otro Mundo. El Mundo de los Humanos era el que los hombres y mujeres vivían, trabajaban, etc., y el Otro Mundo era aquel donde residía todo lo maligno y donde podíamos encontrar cosas que no había en el otro lado.

Este concepto queda magistralmente reflejado en los poemas épicos de la época, cuyo mayor exponente es el de los Caballeros de la Meza Redonda. Los héroes de estos poemas épicos traspasaban la línea que separaba los dos mundos con el propósito fundamental de acabar con los elementos del otro lado. Pero cuando el héroe iba al Otro Mundo siempre tenía que sacrificar algo: una parte física de su cuerpo, el alma, la persona amada, su propio confort, etc. Así, cuando regresaba de vuelta al hogar el héroe había cambiado, ya no era el mismo física o psíquicamente, incluso podía cambiar la relación con su antiguo ambiente. Esta pérdida obedecía a razones de equilibrio entre los dos mundos, no se podía cambiar algo en uno de los lados sin que hubiese consecuencias en el otro.

Hasta el siglo XX no se estudiaron estas historias intentando establecer una estructura que las relacionase. Pero en 1949, Joseph Campell desarrolló el patrón estándar de las aventuras del héroe, donde se puede observar perfectamente el concepto de los dos mundos que se tenia en el medievo.

Sin embargo, con la instauración definitiva del racionalismo en los siglos XVII y XVIII este modo de pensar cambia. Ahora todo se explica bajo los preceptos de la razón. Fenómenos que antes no tenían explicación ahora si la tienen, por ejemplo: ¿porqué el sol y la luna parecen más pequeños de lo que realmente son? o ¿porqué una pajita parece estar doblada cuando la metemos en un vaso que esta medio lleno de agua?. En este momento el mundo racional va comiendo terreno al Otro Mundo, lo va eliminando, ya que la mente del hombre racionalista solo puede aceptar sus elementos como pura superstición.

Finalmente el mundo de lo maligno y perverso queda relegado a la función de entretener. Esto causaría un desajuste entre los dos mundos que dejarían de estar equilibrados, lo que provocaría que hubiese consecuencias...

Curiosamente a comienzos del siglo XVIII se crea una ambigüedad en el pensamiento racionalista. Los hombres racionalistas, que se suponía tenían que estar satisfechos con el periodo de la ilustración y de las luces en el que vivían, empiezan a pensar que es bueno conocer, analizar e investigar el Otro Mundo, pero con la finalidad única de llegar a eliminarlo. Paradójicamente la gente del siglo XVIII comenzó a no sentirse satisfecha con su mundo y empezaron a sentirse fascinadas y ansiosas por conocer el Otro Mundo, por vivirlo y experimentarlo. En este momento irrumpe con fuerza el movimiento llamado Romanticismo que se caracterizó por lo que se llamo The Sublimity of Passion, literalmente " la sublimidad de la pasión", es decir, la elevación extraordinaria de la pasión aplicada a cualquier campo moral o intelectual. Muchos de los artistas románticos cuyas vidas guiaba la pasión, fueron los que se sintieron decepcionados con su mundo y encontraron al otro lado de la razón un mundo más interesante en el que vivir, y más evocador para crear sus trabajos. Es en este contexto donde finalmente acaba viendo la luz la novela gótica. Según el Oxford Concise Companion to English Literature de Margaret Drabble y Jenny Stringer, la novela gótica se caracteriza por ser: historias de lo macabro, fantástico y sobrenatural, normalmente ambientadas entre castillos encantados, cementerios, ruinas, y salvajes y pintorescos paisajes.

La novela gótica se considera un fenómeno histórico que comenzó en 1764 con El castillo de Otranto: una novela gótica, de Horace Walpole, que generalmente es aceptada como la primera novela puramente gótica. Estas novelas alcanzaron la cima de su fama en la última década del siglo XVIII y en las primeras del siglo XIX, y es alrededor de 1830 cuando numerosos estudios teóricos fechan su defunción. Como se apunta en el Concise Companion to English Literature, la palabra "gótico" originalmente implicaba elementos medievales en las novelas, y esto se explica porque estas narraciones tomaban muchos elementos de los poemas épicos del medievo. Al igual que en los poemas épicos, en estas novelas se presentaba el esquema de los dos mundos antagónicos, cada uno con sus propios componentes, pero la característica que las diferenciaba de los poemas medievales era que la parte importante de la historia era la acción que ocurría en el Otro Mundo, de tal manera que cuanto más transcurriese la trama en el otro lado, más gótica se consideraba la novela. Otra similitud entre ambos es que en el regreso del héroe al hogar siempre había alguna pérdida de alguna clase.

Lo normal era alguno de estos casos:

a- El héroe no podía escapar del Otro Mundo.

b- El héroe podía escapar, pero regresaba a su mundo peor de lo que había salido de él.

c- El héroe podía escapar, pero al ver lo que le aguardaba a su regreso preferiría haberse quedado en el Otro Mundo, o bien intenta regresar al Otro Mundo.

La diferencia fundamental residía en que muchos poemas épicos albergaban un final feliz, mientras que la historia gótica tenía siempre un final aciago. Otra semejanza estaba en que era el bueno el que normalmente visitaba el mundo de los malos, aunque esto en la novela gótica en algunas ocasiones se invierte, como por ejemplo en Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley. Por otro lado, la característica fundamental de la que hacían gala las narraciones góticas y de la que carecían los poemas medievales era una ambigüedad que hacía imposible toda predicción sobre los hechos que iban a ocurrir.

Con el tiempo, estas novelas evolucionaron y fueron perdiendo sus elementos medievales para centrarse en sus componentes macabros, potenciando aun más si cabe su lado terrorífico. Pero aproximadamente a partir de 1830, cuando la novela gótica caía en la parodia, se produce otra beneficiosa evolución para el género: las historias comienzan a prescindir de todas esas piezas y localizaciones típicamente tenebrosas para centrarse en la psicología del personaje. Así, comienzan a aparecer narraciones donde lo escabroso no esta en los cementerios o en las abadías malditas, sino en la mente humana. El gran pionero de este tipo de narración fue Edgar Allan Poe, el cual merecería un estudio aparte.

Después de este breve análisis ya sabemos en que contexto histórico se desarrollo la novela gótica, cuales fueron sus características iniciales y como fueron evolucionando. También sabemos que los poemas épicos medievales fueron una influencia, pero, ¿qué otros referentes literarios tomo el genero gótico?. Teóricamente están admitidas como influencias de la novela gótica ciertos elementos de:

a- La novela del siglo XVIII, como Tom Jones o Robinson Crusoe.

b- El teatro isabelino, como el de William Shakespeare, por sus componentes fantásticos, por lo sangriento, etc.

c- Los cuentos del folklore popular: cuentos de brujas, demonios, hadas, trasgos, etc

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